Educación y gestión del cambio: diez propuestas para mejorar el futuro de nuestros hijos

Esta situación que estamos viviendo debido al Covid es sin duda es el mayor desafío al que nos hemos enfrentado hasta ahora. Niños, padres y educadores hemos tenido que poner a prueba nuestra capacidad de adaptación al cambio, nuestras habilidades tecnológicas y nuestra resiliencia. Y es que, cuando los cambios suceden paulatinamente tenemos tiempo de evolucionar y no nos supone un gran esfuerzo. El problema es cuando el cambio es abrupto y afecta a todas las facetas de nuestra vida: convivencia familiar, estudios y trabajo, ocio…

Cómo preparar a nuestros hijos para estos cambios

Kidcode nació con la misión de acercar a los jóvenes herramientas y metodologías que considerábamos fundamentales y no se estaban enseñando en el sistema educativo. Como tecnólogos sabemos que el mundo cambia muy rápido y por desgracia, la complejidad del sistema impide que reaccione a tiempo, si es que reacciona en absoluto. Y a menudo, los cambios adoptados no son lo suficientemente transgresores y profundos para preparar a nuestros hijos para el futuro que se avecina. 

Puede que esta transformación hacia una enseñanza más personalizada y significativa, que busque la autonomía y el desarrollo responsable del individuo y a la vez fomente la colaboración y el bien común esté lejos de adoptarse. Por fortuna, desde casa también podemos ayudar a nuestros hijos a adaptarse e intervenir en el diseño de su propio futuro.

Diez propuestas para transformar la educación de nuestros hijos

A lo largo de estos años de formación a niños y adultos estos son los principios más valiosos que aplicamos en las experiencias formativas de Kidcode y que podemos transmitir a nuestros hijos:

    • Resolver problemas con sus propias ideas: uno de los aprendizajes que consideramos fundamental es que sepan que tienen capacidad para mejorar su entorno diseñando sus propias soluciones. La realidad no es algo inamovible, alguien la diseña y podemos ser nosotros.
    • Diseñar desde la empatía: probablemente la fuente de toda innovación. Si entrenamos a nuestros hijos para identificar problemas que afectan a otras personas, podrán esforzarse en intentar resolverlos, aportando valor a los demás.
    • Elegir buenos referentes: hoy en día es posible acceder a conocimiento de primer nivel de forma gratuita gracias a la labor de personas e instituciones que lo comparten desinteresadamente. La escuela no es el único sitio donde se puede aprender!
    • Validar sus fortalezas y legitimar sus campos de interés: si para tí es importante, hazlo! Este proceso tiene un gran impacto en la autoestima de los más pequeños, los hace conscientes del valor que aportan y les ayuda a tomar mejores decisiones para su futuro.
    • Trabajar desde la colaboración y flexibilidad: sabemos que estas dos cualidades son deseables en cualquier equipo. Y ha quedado demostrado que para los grandes desafíos es necesario coordinar el trabajo de muchas personas. Solos llegamos rápido pero juntos llegamos más lejos.
    • Adquirir cultura de la innovación: sea cual sea el interés de nuestros hijos, existen ejemplos de proyectos de éxito en ese campo. Pero más importante aún es enseñar los intentos fallidos que hicieron falta para conseguir una solución. A veces, el miedo a fallar nos paraliza pero cada fracaso es un valioso aprendizaje.
    • Better done than perfect: no esperes a que esté perfecto o que la situación sea la ideal. El prototipado rápido te permite testar tu solución sin invertir demasiados recursos de tiempo y dinero. Y un problema se puede resolver muchas formas diferentes.
    • Adaptarse a la digitalización: las pantallas han venido para quedarse y sirven para mucho más que jugar. Esta es la ocasión perfecta para enseñar a nuestros hijos a adoptar la tecnología de forma responsable y creativa.
    • Tener en cuenta la ciberseguridad: ahora que nuestra vida digital ha adquirido un mayor peso es fundamental conocer las precauciones básicas que debemos adoptar para estar protegidos y evitar conductas que supongan un riesgo para nosotros o nuestra familia.
    • Aprender a programar y convertirnos en creadores digitales: la programación tiene el poder de enseñarnos a pensar, ayudarnos a crear y solucionar problemas muy complejos con la ayuda de los ordenadores. Muchas  soluciones y profesiones que están por llegar dependerán de la programación. Y el momento de formarse es AHORA!

Seguro que muchas de estos consejos ya las aplicáis sin ser del todo conscientes. Lo bueno es que no hace falta ponerlos en práctica todos a la vez y se pueden ir incorporando en nuestras rutinas poco a poco.

Además, no sólo afectan a los pequeños de la casa sino que pueden transformar la forma en la que los adultos afrontamos los desafíos.

Siempre estamos a tiempo de adoptar una mentalidad abierta al cambio, aplicar el diseño centrado en la empatía, crear pequeñas soluciones a problemas cotidianos y valorar la capacidad que tenemos de transformar nuestra propia vida.

Y por supuesto, seguir formándonos y aprendiendo, para crecer, compartir conocimiento y contribuir al diseño de ese futuro mejor que todos queremos.

Desde Kidcode esperamos que estéis lo mejor posible y que pronto vayamos saliendo de esta situación. Entre todos y de forma responsable conseguiremos salir adelante. Mucho ánimo.